Los piercings siguen polarizando hoy en día: o los amas o los odias. ¿Estás pensando en hacerte un piercing? Tu estudio de piercing ha recopilado toda la información pertinente para que puedas tomar una decisión bien meditada.

Riesgos - un piercing es siempre un pinchazo en la piel

Ante todo, un piercing es siempre un pinchazo en la piel que da lugar a una herida que crece de forma controlada. El objetivo no es que el cuerpo recupere el estado original. Al contrario, se crea una especie de túnel en la piel y la pieza de joyería se introduce en este nuevo tubo rodeado por la piel. Por tanto, se lesiona el cuerpo para provocar un cambio; no es de extrañar que algunas personas sigan viendo los piercings con ojos críticos.

Elija bien su posición

Antes de hacerte el piercing, debes tener clara su ubicación exacta. En términos estéticos, esto significa: ¿quieres que el piercing esté siempre visible en tu cara (labio, ceja, nariz, oreja)? ¿O es más bien algo íntimo, algo entre usted y su cuerpo (ombligo o pezón, por ejemplo)? Los riesgos asociados a la cicatrización también dependen de la zona del cuerpo. A veces la zona del cuerpo es más fácil de cuidar, mientras que en otras ocasiones es más difícil. Ni que decir tiene que un labio o un pezón son más sensibles al dolor que otras zonas del cuerpo.

Riesgos y consecuencias

El piercing es una lesión corporal, y esto se explica por el propio término. El verbo inglés "to pierce" significa "perforar" o "atravesar". Por muy higiénico y profesional que sea el perforador, la herida siempre puede infectarse. La inflamación de la zona perforada es bastante frecuente. Como resultado, las bacterias u otros patógenos pueden entrar en el cuerpo a través de esta zona. El tejido situado bajo la zona perforada, como los vasos sanguíneos, también puede resultar lesionado. Esto se reconoce porque la zona se vuelve de color azul púrpura. Lo que parece un "moratón" es simplemente un hematoma formado bajo el piercing. Si se tocan nervios, los piercings pueden provocar incluso parálisis.

Los alérgicos tienen otro problema: no toleran las joyas. La reacción alérgica del organismo hace que la piel se enrojezca, pique o arda y se formen ampollas. La piel así irritada es propensa a las infecciones. Las reacciones cutáneas suelen estar causadas por joyas que contienen níquel. Las joyas de titanio son más ligeras y resistentes y no contienen níquel. Es importante que busque joyas sin níquel. Si tiene una reacción alérgica, consulte inmediatamente a su perforador.

Una vez que el piercing ha cicatrizado correctamente, se reduce el riesgo de efectos tardíos. Aun así, queda uno: las cicatrices. Se ha formado nuevo tejido cutáneo en la zona del cuerpo donde se perforó la piel. Si te quitas la joya, puede quedar un bulto visible y puede ser así el resto de tu vida. Por lo tanto, es irreversible. Las cicatrices son pequeñas y poco visibles si el piercing ha cicatrizado bien y si se ha perforado correctamente. Sin embargo, también pueden quedar cicatrices grandes y claramente visibles. Este es un factor que debes tener en cuenta, sobre todo cuando se trata de la zona facial.

El cuidado evita consecuencias negativas

Las heridas se curan mejor cuando se cuidan, lo cual no es ningún secreto. Un piercing también necesita cuidados. Siempre debes seguir las instrucciones de tu perforador. Lo ideal es que te dé instrucciones detalladas sobre lo que puedes hacer y lo que no debes hacer los días siguientes a la perforación. También se incluye una hoja informativa con instrucciones sobre el cuidado de la herida. Ni que decir tiene que debes aprender a limpiar y cuidar tú mismo tus joyas, lo cual también es importante porque en las joyas pueden adherirse agentes patógenos que preferirías no introducir en una herida reciente.

Como la costra es una especie de capa protectora y ayuda a la piel a cicatrizar, también debe evitarse frotar contra ella. Del mismo modo, los baños prolongados son contraproducentes, ya que el agua reblandece la costra y las bacterias podrían penetrar en la herida y provocar una inflamación.

La rapidez de cicatrización del piercing depende de tu organismo. En algunas personas, la herida cicatriza muy deprisa, mientras que en otras tarda más. No obstante, siempre puedes evitar complicaciones si sigues las instrucciones de tu perforador.

Importante para una buena cicatrización de las heridas:

Aunque algunas cosas son realmente evidentes, es necesario mencionarlas una y otra vez en relación con el piercing:

  • Lávate siempre bien las manos con jabón antes de tocarte el piercing.
  • Asegúrate de mantener el piercing que aún no ha cicatrizado libre de sudor y saliva (excepto en lo que se refiere al piercing lingual y la saliva - por supuesto, hay contacto).
  • Mantén la zona de la piel perforada libre de roces o presiones de ropa y otros estímulos mecánicos. Además, también debes evitar hacer deporte hasta que el piercing se haya curado..
  • Limpia tu piercing sólo con productos de cuidado de pH neutro.
  • Desinfectar la zona de piel perforada dos veces al día.
  • Si tiene piercings en la zona de la boca, es mejor que deje de fumar o, alternativamente, debe abstenerse de fumar durante al menos una semana. Los besos y otros contactos "sucios" también son críticos.

El dolor forma parte de ello

A menudo nos preguntan: ¿es realmente doloroso? Un piercing siempre es doloroso, ya que, al fin y al cabo, se atraviesa la piel con una aguja. Incluso un buen perforador rara vez consigue evitar por completo todos los nervios. Esto se debe a que las vías nerviosas están diseñadas individualmente. Por lo tanto, no existe un "mapa" en el que estén marcadas las vías nerviosas o algo parecido. El grado exacto de dolor varía de una persona a otra, lo cual tiene una razón de ser: algunas personas apenas sienten el dolor que a otras les hace desmayarse. Esto es completamente normal y depende tanto de factores físicos (biología) como de tu estado. Lo estresado o relajado que estés, si tienes déficit de sueño, tu situación nutricional, todo tu estilo de vida... todo ello influye en cómo sientes el dolor. En general, sin embargo, debemos ser claros: el dolor que puedas sentir es soportable. De lo contrario, mucha gente no se haría el piercing. Tampoco conocemos ningún caso en el que alguien haya muerto de dolor en un estudio de piercing. Quizá eso te tranquilice un poco.

Por lo tanto, la sensación de dolor es subjetiva y depende del lugar elegido. Un piercing en la zona genital se percibe como más doloroso que un piercing en el ombligo. Dependiendo de la zona perforada, el estudio puede aliviar parte del dolor. Un spray de hielo puede ayudar en algunos lugares, mientras que otras zonas pueden anestesiarse localmente.

Reconocer los buenos estudios de piercing: ¡presta atención a esto!

Que el piercing cicatrice bien, que el riesgo de infección sea alto y que se formen cicatrices depende, entre otras cosas, de la limpieza del estudio, ya que es obvio que las heridas pueden infectarse durante la perforación. No te limites a mirar la página web del estudio de piercing, prueba a visitarlo antes de decidirte por uno. Déjate aconsejar y haz preguntas al personal del estudio. Si haces esto en varios estudios, te harás una idea de qué estudio trabaja "limpiamente". También es posible que tengas amigos que ya se hayan hecho un piercing. Pregúntales si tienen alguna recomendación para ti. Fíjate en estos puntos:

  • ¿Cómo es el estudio? ¿Está todo limpio o más bien sucio?
  • ¿Qué aspecto tiene el perforador, más bien limpio o desaliñado?
  • ¿Cuánta experiencia tiene tu perforador?
  • ¿Se envuelven los piercings de forma estéril en el estudio?
  • ¿El perforador trabaja con guantes desechables?
  • ¿El estudio le dedica tiempo y responde a todas sus preguntas?
  • ¿Te informan de los riesgos y posibles consecuencias de tu piercing sin preguntarte?
  • ¿Te explica tu perforador el tratamiento postratamiento y te da un folleto con instrucciones?

Si está satisfecho con todos esos puntos, ¡ha encontrado su estudio! Hay que reconocer que algunas cuestiones no son tan fáciles de evaluar cuando se visita un estudio por primera vez.

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Coste: toda la gama

El precio del piercing depende de varios factores. Cada estudio tiene precios distintos, las joyas cuestan dinero (a veces más, a veces menos) y los costes varían según la zona del cuerpo. También influyen la formación y la experiencia del perforador, así como las diferencias regionales. No obstante, podemos darte una idea general de los costes. Este es otro punto que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu estudio: si el coste del piercing difiere mucho de la media, debe haber una razón para ello. Decida usted mismo si le merece confianza. Puedes utilizar lo siguiente como guía:

  • Los piercings en la zona de las orejas oscilan entre 20 y 60 euros cada uno.
  • En cuanto a la nariz y las cejas, pagará unos 70 euros.
  • Los piercings en labios, lengua y pezones son más difíciles y cuestan unos 80 euros.
  • Los piercings íntimos requieren una formación especial y sólo deben ser realizados por especialistas. Hay que pagar hasta 150 €.

¿Sabía que los piercings son una de las formas más antiguas de joyería corporal? Hace muchos siglos, la gente utilizaba joyas metálicas para demostrar su pertenencia a una tribu y celebrar sus ritos culturales. En sentido estricto, todo piercing en la oreja es un piercing.

Diferentes tipos de piercings. ¿Qué es un túnel?

Un túnel suele ser el primer piercing que te haces. Los recién llegados optan por esta forma. Para ello, el orificio de la oreja, a menudo denominado lóbulo, se ensancha ligeramente. Los agujeros de las orejas deben estirarse para hacer un túnel. Empezar suavemente con 0,2 milímetros al mes al principio y después 0,4 milímetros al mes, no es demasiado doloroso. Si se procede demasiado rápido, la piel puede desgarrarse. Debe saber que un agujero de oreja muy estirado no volverá a crecer. Como alternativa a un túnel, se puede insertar un tapón en un agujero de oreja que se haya estirado de esta forma. Se trata de piercings redondos, cilindros o discos que rellenan completamente el orificio. Por otro lado, con un túnel se inserta un anillo para que puedas ver a través del agujero de la oreja, igual que con un túnel. Pero eso no es todo:

  • Un barbell: si en lugar de un anillo o una herradura en el tabique se utiliza una pieza de joyería alargada, se trata de un barbell. Visualmente recuerda a una barra de pesas.
  • Un piercing en el ombligo: el piercing no es visible bajo la ropa, excepto en bañadores y ropa interior. Se trata, por tanto, de una versión más privada de la joya y, por lo tanto, una de las favoritas de siempre. Sin embargo, no es fácil de manipular, ya que hay que evitar que se enganche en la ropa.
  • Un piercing falso: este piercing es absolutamente incruento. Sin ser perforado, te haces un falso piercing donde realmente te gustaría tenerlo. Los pendientes de clip son piercings falsos.
  • Una hélice: es un piercing en el borde exterior del pabellón auricular, en el tejido cartilaginoso. Aquí se inserta un tapón o un anillo.
  • Un piercing íntimo: un piercing en zonas íntimas es un asunto absolutamente privado. Sólo tú y tu pareja podéis verlo, porque es realmente invisible. Sin embargo, el procedimiento también es bastante doloroso.
  • Un septum: un piercing en la nariz recuerda al anillo que los bueyes solían llevar en la nariz. Un septum no se perfora a través del cartílago del tabique nasal, sino a través del tejido conjuntivo que hay debajo. La zona es ligeramente más dolorosa que un piercing normal en la oreja.

Conclusión: tome una decisión informada en cuanto a su piercing sin ningún remordimiento

En resumen, los piercings son dolorosos y entrañan algunos riesgos para la salud. Sin embargo, si encuentras un estudio que trabaje con limpieza y sigues las normas para una buena cicatrización de las heridas, el riesgo de infección se reduce al mínimo. Además, los piercings son una cuestión verdaderamente tradicional. La gente lleva joyas de metal desde hace más de 1.000 años. Tómate tu tiempo para pensar qué tipo de piercing quieres llevar. Ahora tienes toda la información que necesitas para tomar una decisión madura. Si no estás seguro, consúltalo con la almohada un poco más. Un buen estudio de piercing también te informará sobre todos estos puntos.